A partir del próximo 1 de julio se añadirán nuevas restricciones a la hora de visitar Machu Picchu. Así lo ha decidido el gobierno peruano, que tiene como objetivo proteger este monumento que es Patrimonio de la Humanidad. La visita al lugar siempre ha requerido que los turistas compren un billete y planeen el viaje con antelación, pero ahora, el mismo billete vendrá con nuevos requisitos para regular el tráfico de viandantes.

En primer lugar, se acabó eso de pasear libremente por donde uno quiera. Será obligatorio recorrer los caminos oficiales marcados en Machu Picchu. Asimismo, estará prohibido ir a lo alto de la montaña sin un guía oficial. También será necesario adaptarse a ciertos horarios. A partir del próximo mes se establecerán dos turnos de visita: uno de seis de la mañana hasta las doce del mediodía y otro del mediodía hasta las cinco y media de la tarde.

Hay dos buenas noticias. Gracias a esta medida, el número de visitantes estará más repartido. La segunda es que habrá más billetes de lo habitual: en el horario de mañana se impondrá un límite de 3.000 visitantes, mientras que por el mediodía se reducirá a 2.600 personas. Estas cifras siguen yendo en contra de lo establecido por la UNESCO, que recomendó al país sudamericano imponer un límite inferior a los 1.000 visitantes al día.