Atención viajeros amantes de las playas de Benidorm, porque el país más hermético del mundo, Corea del Norte, se dispone a crear su propia versión del famoso destino español. El país recibe unos 5.000 turistas occidentales al año, pero viendo el impacto positivo del turismo en su capital, Pyongyang, ahora los altos mandatarios del país quieren explotar su nueva joya de la corona: la playa de Wonsan. ¿El problema? Que la mayoría de visitantes solo están interesados en visitar la capital para ver las condiciones reales en las que sus habitantes viven el día a día del régimen dictatorial.

Por eso, un equipo especialista norcoreano se trasladó recientemente a España para estudiar e intentar emular en su país el éxito de las playas del mediterráneo. Wonsan fue declarada Zona de Turismo Internacional en 2014, por lo que la inversión extranjera está permitida. Sin embargo, las penalizaciones económicas que sufre el país por sus provocaciones constantes con lanzamientos de misiles, no está ayudando a que el proyecto avance a buen ritmo. Corea del Norte quiere que la industria hotelera española invierta en Wonsan.

Wonsan se encuentra situada a 200 km de Pyongyang y cuenta con playas, cascadas y hasta una estación de esquí cercana. Su aeropuerto acaba de ser renovado y se espera que pronto puedan comenzar a ofrecer vuelos internacionales. En un futuro, el objetivo es albergar hasta 1.900 personas al mismo tiempo.

Ahora los touroperadores tendrán el poder de convertir a Wonsan en el destino turístico que Corea del Norte desea. ¿Irías a una playa en Corea del Norte?