Los acontecimientos tuvieron lugar en la costa noreste de Australia. Melissa Brunning estaba en un bote en compañía de otras personas. Junto a ella había un hombre y ambos alimentaban complacidos a los tiburones nodriza, que, de hecho, suelen ser conocidos como inofensivos (por lo general), es decir, no son agresivos ni representan un peligro para el ser humano. La alimentación de estos está basada en moluscos y crustáceos. Sin embargo, si se les provoca pueden atacar.

Y eso fue precisamente lo que sucedió, uno de los tiburones atacó. Hundió sus dientes en uno de los dedos de la mano de la mujer y la atrajo al agua.

«Todo pasó tan rápido. Solo podía pensar en que había perdido mi dedo». La mujer fue rápidamente sacada del agua después de que el tiburón la mordiera. El aterrador momento quedó grabado en vídeo.

Sus gritos de terror alertaron a sus acompañantes, que reaccionaron rápidamente y la auxiliaron. Por suerte, todo quedó en un susto. El momento fue capturado por la cámara de un teléfono móvil.

«El tiburón sujetó mi dedo con fuerza y ​​yo sentía como si estuviera destrozando el hueso», dijo la mujer australiana de 34 años. De hecho, la mordedura fracturó su dedo. Además, cuando sus compañeros consiguieron rescatarla, aseguró que no podía mirarse la herida; según informó CNN. «Pensé que había perdido el dedo y que si lo miraba lo confirmaría».

Un viaje inolvidable con un mensaje importante

Brunning estaba de vacaciones en Dugong Bay, un lugar conocido por aguas cristalinas y saladas, tiburones y cocodrilos. Un viaje que, posiblemente, no olvidará jamás.

Por ello, ha aprovechado para advertirle a otras personas que no hagan lo mismo. Cree haber estado equivocada al animarse a alimentar a los tiburones. Reconoció que se trata de criaturas que están en su entorno natural y que alimentarles es peligroso.

«Solo sé consciente de tu entorno y no les alimentes», sentenció en una entrevista televisiva a 7 News, una cadena de noticias australiana.